martes, 15 de diciembre de 2009

La Increíble e insolita Entrevista



Luego de un año de trabajo duro, desmañadas, regañadas, llegadas tarde y horas en el tránsito lento; llegó el premio al esfuerzo del asalariado mexicano. El único, el grandioso (bueno) el héroe, el bienaventurado y directamente proporcional al tiempo de trabajo: El aguinaldo.

En la antigüedad, el aguinaldo era parte de los obsequios en época decembrina, en especial en la cultura católica, en los festejos de la Navidad, con el cual se auguraba un año nuevo lleno de bendiciones. ¿Sigues siendo parte de esta tradición?


Lo soy únicamente en las posadas, ya que la bolsita, donde le dan a los peregrinos los dulces y fruta, se sigue llamando así. Para los asalariados soy una compensación a su trabajo en el año, aunque para los patrones soy una obligación.

¿Te molesta ser una obligación?

El ser una obligación, sí, porque en muchas empresas estoy condicionado; es decir, el trabajador está constantemente presionado a trabajar más horas, a no faltar, a acudir a la chamba aunque su salud no esté al cien por ciento, a no checar dos minutos más tarde y estar escuchando con frecuencia que está a punto de ser recortado.

Por otra parte ser una compensación por ley, me complace, ya que veo el gran esfuerzo del trabajador. Aunque hay de trabajadores a trabajadores, quienes ganan el salario mínimo, lo ven como la cena de navidad y año nuevo, pero hay otros, ya sabes quienes, que el aguinaldo son vacaciones en lujosos lugares o regalos que pagarían la renta, el pasaje, medicinas, los útiles y los uniformes de una familia en todo el año.

¿Para ti, es justa esta compensación?

Para quien trabaja sí.

¿Qué te agrada de tu llegada cada año?

No quiero presumir ni ser héroe en estos momentos, pero ser una aportación a las casas en medio de la crisis y la época en que las familias se unen, con motivo de las diferentes fiestas celebradas en diciembre; unos cuantos pesos extras, no limitan el invitar a uno o dos amigos o familiares a una mesa, donde escucharán los buenos deseos para iniciar el próximo año.

¿Te preocupa la unidad familiar?

Más bien me interesa, me interesa la sociedad, por ende, la familia es el núcleo esencial de la sociedad, pero yo aparezco justo, cuando la familia retoma su sentido.

¿Te gusta la Navidad?

Nací de la Navidad como lo mencionaste hace un rato, y aunque en nuestros tiempos estoy vinculado con el dinero, mi origen es el del obsequio, lo que nace del corazón de quien tiene para dar algo a los demás, sin mirar a quien.

Por estas fechas judíos, musulmanes y otros credos, también tiene sus fiestas religiosas y del mismo modo que la navidad, para los cristianos, las mesas se llenan de paz y de seres queridos.

¿Cómo consideras que fue el año que termina?

En lo económico, para la gente, fue difícil apretarse más el cinturón, ya que dejó de hacer cosas que habitualmente hacía, como ir al cine, salir a comer, frecuentar a amistades y familiares. Lo económico trajo cierta tristeza y desánimo, explico porque, en el mes de abril cuando apreció la influenza, quien se quedó sin chamba, se alarmó al saber que son necesarios los servicios médico de urgencia, nadie sabía en qué momento podía ser portador del virus; luego de la contingencia, el regreso a clases fue fatal para muchos, porque ya no volvieron a la escuela de paga, se reciclaron los útiles, uniformes y mochilas; en un momento que se espera estrenar; esto entre muchas cosas más que pasaron, relacionadas con el dinero, sin olvidar que los bancos ya no son rentables, pues mientras más guardes, más te causan comisiones.

En estos momentos eres el más “cotizado” ¿Cómo hacerle para conservarte más tiempo?

No soy tan “cotizado” como lo expresas, pero si me gustaría no ser una estrella fugaz, en el fin de año. Lo primero, si la empresa en la que trabajas te da aguinaldo, fíjate que sea de acuerdo a lo establecido; no saques tu dinero en lugares solitarios o poco concurridos, un asalto te lo puede quitar de tajo, procura ir acompañado. Que los regalos para tu familia sean de utilidad y no pasajeros, piensa que lo importante de las reuniones es concentrar a los tuyos; puedes pagar alguna deuda, la cual ya no te moleste el año entrante; si es necesario comprar aparatos electrodomésticos, hazlo donde te den garantía; haz algunas mejoras a tu casa.

Me gustaría alcanzarte para todo eso que quieres, pero sólo soy una porción de lo que te mereces.

Hay que poner los pies en la tierra. Bueno, en este periódico no llegamos a aguinaldo, pero escuchar a un experto en economía, como tú, nos hace encariñarnos con el trabajo que tenemos y nos toca hacer.


Así es. Permíteme despedirme diciendo esto: el trabajo que realicen es importante para mejorar al país, no importa a que te dediques, siempre que sea honrado, no perjudiques a otros, que estés contento y que tú junto a los tuyos, logren sus anhelos.

Gracias y felices fiestas.

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