De que hay patadas las hay, y es que en los coliseos modernos, los estadios de futbol, los gladiadores visten los colores representativos de cada equipo al que le vamos los aficionados al balompié, y aunque no de primer nivel, el fucho mexicano tiene lo suyo.
-Los primeros indicios de la práctica del futbol en México, datan de 1824, en plena posguerra de la Independencia y fueron los ingleses que se asentaron en nuestro país, quienes practicaron uno de los deportes más bellos del mundo.
-Es verdad ese dato y se le adjudica a Pachuca, en el estado de hidalgo, la cuna del balompié mexicano, ya que bien organizados surge un equipo profesional.
-Más allá de lo biográfico de este deporte ¿A qué se debe tu popularidad?
-De un tiempo para acá, los materiales con que se fabrican los balones, han bajado el costo y se puede comprar una pelota de futbol a un precio considerable y si no es así, los jugadores pueden hacer una vaquita para tener un balón.
El futbol soccer se refiere a la palabra inglesa “asociación” por eso este juego es hermoso, cada quien juega en la posición que mejor ejecuta y la combinación de talentos hace vistoso cada partido, ya sea en una cancha profesional o en una calle donde los niños y jóvenes conviven al rededor del balón.
-El ser un deporte popular, ¿Te lleva a ser común y corriente?
-Al contrario, ser popular me convierte en lo alcanzable, lo ideal; ricos y pobres disfrutan el deporte de las patadas; estos coinciden en identidad de sus colores.
-A veces nos apasionamos mucho y creemos ciegamente en nuestros equipos y somos irrespetuoso de los otros ¿Qué pasa con esa pasión?
-La rivalidad en los juegos es obvia, lo que pase fuera de la cancha es barbarie; pero también el futbol mexicano ha sido influido por costumbres extranjeras, como las famosas “barras” que lejos de animar a los equipos, provocan desmanes y mal interpretan al deporte. El futbol en los estadios dejó de ser familiar, precisamente por esa pasión equívoca, ahora sientan a los seguidores del equipo visitante en un apartado para evitar problemas; cuando lo bonito era eso, mezclar a los seguidores y demostrar que se puede convivir.
-¿Qué más ha cambiado en los estadios?
-El trato al aficionado, definitivamente; primero el boleto cuesta arriba de los ciento veinte pesos, cuando el partido tiene poco atractivo, hasta hay boletos de cortesía; pero si el duelo es generador de asistencia, la localidad más barata está en doscientos pesos y no hay venta en la taquilla, son las empresas especializadas en venta de espectáculos, las que se encargan de ello, agregándole su respectivo dieciséis por ciento más; luego custodian un millar de policías como si fueras delincuente; te quitan el cinturón, las galletas, las bufandas y todo lo que se les ocurre, pues resulta que adentro del estadio te venden de comer y beber, pero con precios altísimos; por eso el fan dejó de asistir al futbol en vivo y no va acompañado de la familia.
-Poco o nada se disfruta de la fiesta futbolística.
-Así es, existen otros factores como la mediocridad de los equipos, elegantemente se le llama “inconsistencia” pero sólo dos o tres equipos de dieciocho que son, sobresalen, y del mismo modo el año próximo se caen y les da igual.
En materia de selección nacional, el caso está cañón, resulta que para cada cotejo se les convoca a los jugadores que alinean en clubes del extranjero, donde los jugadores no son titulares y se les considera como lo mejor que hay en el fucho, se convierten divas, ¿qué hay con los chavos que juegan en la liga nacional? hay mejores elementos que aquellos quienes hacen “complo” contra otros mulas como los federativos, haciendo del futbol una telenovela o un reality show, donde uno le dijo al otro, lo nominan y lo expulsan.
Relativo al tema, ya se definió al director técnico de la selección nacional, veremos qué capaz es de orientar a los jóvenes, sacar provecho de sus habilidades y hacerlos deportistas disciplinados y no estrellitas.
Los aficionados se merecen lo mejor, no jaladas de los dueños de los equipos que inflan al club, les ponen estadio nuevo y cobran como si fueran a recibir acciones de la empresa; el jugador debe dar todo en la cancha y ser ejemplo fuera de ella o ya se les olvidó al que balearon en el baño o que después del partido del Bicentenario, se van de juerga y regresan diciendo “yo no fui”.
-Parece que todo es malo en el fut mexicano.
-No todo, pero los esquemas son los que no dejan avanzar, siempre hablamos de las glorias pasadas o únicas, no mejoramos el arbitraje, nos burlamos del futbol femenil, unos de las golizas que les meten y otros, al hacerles creer que pueden competir al “tú por tú” con otras selecciones de antiquísimo currículum deportivo.
Si me lo permites, yo el futbol mexicano, requiero de más seriedad, transparencia, disciplina, honor, honestidad, trabajo, terminar con la corrupción, el amiguismo o compadrazgo, me debo al aficionado y su amor por mí.
-Los primeros indicios de la práctica del futbol en México, datan de 1824, en plena posguerra de la Independencia y fueron los ingleses que se asentaron en nuestro país, quienes practicaron uno de los deportes más bellos del mundo.
-Es verdad ese dato y se le adjudica a Pachuca, en el estado de hidalgo, la cuna del balompié mexicano, ya que bien organizados surge un equipo profesional.
-Más allá de lo biográfico de este deporte ¿A qué se debe tu popularidad?
-De un tiempo para acá, los materiales con que se fabrican los balones, han bajado el costo y se puede comprar una pelota de futbol a un precio considerable y si no es así, los jugadores pueden hacer una vaquita para tener un balón.
El futbol soccer se refiere a la palabra inglesa “asociación” por eso este juego es hermoso, cada quien juega en la posición que mejor ejecuta y la combinación de talentos hace vistoso cada partido, ya sea en una cancha profesional o en una calle donde los niños y jóvenes conviven al rededor del balón.
-El ser un deporte popular, ¿Te lleva a ser común y corriente?
-Al contrario, ser popular me convierte en lo alcanzable, lo ideal; ricos y pobres disfrutan el deporte de las patadas; estos coinciden en identidad de sus colores.
-A veces nos apasionamos mucho y creemos ciegamente en nuestros equipos y somos irrespetuoso de los otros ¿Qué pasa con esa pasión?
-La rivalidad en los juegos es obvia, lo que pase fuera de la cancha es barbarie; pero también el futbol mexicano ha sido influido por costumbres extranjeras, como las famosas “barras” que lejos de animar a los equipos, provocan desmanes y mal interpretan al deporte. El futbol en los estadios dejó de ser familiar, precisamente por esa pasión equívoca, ahora sientan a los seguidores del equipo visitante en un apartado para evitar problemas; cuando lo bonito era eso, mezclar a los seguidores y demostrar que se puede convivir.
-¿Qué más ha cambiado en los estadios?
-El trato al aficionado, definitivamente; primero el boleto cuesta arriba de los ciento veinte pesos, cuando el partido tiene poco atractivo, hasta hay boletos de cortesía; pero si el duelo es generador de asistencia, la localidad más barata está en doscientos pesos y no hay venta en la taquilla, son las empresas especializadas en venta de espectáculos, las que se encargan de ello, agregándole su respectivo dieciséis por ciento más; luego custodian un millar de policías como si fueras delincuente; te quitan el cinturón, las galletas, las bufandas y todo lo que se les ocurre, pues resulta que adentro del estadio te venden de comer y beber, pero con precios altísimos; por eso el fan dejó de asistir al futbol en vivo y no va acompañado de la familia.
-Poco o nada se disfruta de la fiesta futbolística.
-Así es, existen otros factores como la mediocridad de los equipos, elegantemente se le llama “inconsistencia” pero sólo dos o tres equipos de dieciocho que son, sobresalen, y del mismo modo el año próximo se caen y les da igual.
En materia de selección nacional, el caso está cañón, resulta que para cada cotejo se les convoca a los jugadores que alinean en clubes del extranjero, donde los jugadores no son titulares y se les considera como lo mejor que hay en el fucho, se convierten divas, ¿qué hay con los chavos que juegan en la liga nacional? hay mejores elementos que aquellos quienes hacen “complo” contra otros mulas como los federativos, haciendo del futbol una telenovela o un reality show, donde uno le dijo al otro, lo nominan y lo expulsan.
Relativo al tema, ya se definió al director técnico de la selección nacional, veremos qué capaz es de orientar a los jóvenes, sacar provecho de sus habilidades y hacerlos deportistas disciplinados y no estrellitas.
Los aficionados se merecen lo mejor, no jaladas de los dueños de los equipos que inflan al club, les ponen estadio nuevo y cobran como si fueran a recibir acciones de la empresa; el jugador debe dar todo en la cancha y ser ejemplo fuera de ella o ya se les olvidó al que balearon en el baño o que después del partido del Bicentenario, se van de juerga y regresan diciendo “yo no fui”.
-Parece que todo es malo en el fut mexicano.
-No todo, pero los esquemas son los que no dejan avanzar, siempre hablamos de las glorias pasadas o únicas, no mejoramos el arbitraje, nos burlamos del futbol femenil, unos de las golizas que les meten y otros, al hacerles creer que pueden competir al “tú por tú” con otras selecciones de antiquísimo currículum deportivo.
Si me lo permites, yo el futbol mexicano, requiero de más seriedad, transparencia, disciplina, honor, honestidad, trabajo, terminar con la corrupción, el amiguismo o compadrazgo, me debo al aficionado y su amor por mí.
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