lunes, 4 de octubre de 2010

La Increíble e Insólita Entrevista a



La vestimenta es esenciale en la vida del humano moderno. Un pantalón, una camisa, una blusa, un suéter, una chamarra; dependiendo de la estación en el año, son requeridos. Dicen que de la moda, lo que te acomoda, pero en tiempos de crisis económica, aveces o muchas veces, las familias recurren a la ropa de segunda mano.



-Conocida como ropa de paca, ropa gabacha o del montón; la ropa de segunda mano cada vez ocupa más lugares en los tianguis de México, principalmente ¿Cómo ha sido posible tu expansión como producto de primera necesidad?

-No es muy sencillo que yo llegue hasta los lugares que mencionas, antes paso por muchas manos, bodegas, transportes y revisiones. La mayoría de la ropa venimos de Estados Unidos y somos ropa que ya fue usada, tiene algún defecto de fábrica, modas pasadas, telas poco adecuadas para la piel humana, estampados desalineados, entre muchas cosas.

Te decía que no es muy fácil llegar hasta los lugares donde nos expenden; una vez que se nos ha juntado en bodegas, comienza la separación de “lo mejorcito”, luego se nos separa por tallas, ropa de mujer, hombre, niños y bebés; de allí comienzan las famosas pacas, donde se hace el mezclado de la ropa, para todo género y medida. Hay pacas que se venden por kilo o piezas, también las hay de determinado producto, como los jeans, ropa deportiva o trajes.

De ese proceso pasamos a otra mano, donde se nos compra y todavía allí, se hace otra selección, y como te digo, venimos principalmente del país vecino del norte.

-¿Por qué tienes un precio bajo, pese que la calidad de muchos productos de segunda mano parecen resistentes?

-Bueno, este tipo de prendas, son parte de lo que se llama contrabando, es decir, es un producto adquirido de manera ilegal y que entra al país, y son personas del otro lado quienes saben que la venta de ropa usada es ilegal, pero al llegar a la frontera con México, se las ingenian para pasarla. Por ejemplo, yo y otras compañeras pasamos en un camper de unos “turistas” gringos, que sólo iban a una ciudad fronteriza a pasar el fin de semana, sólo que el paquete que transportaban era de una tonelada de ropa; la revisión de Estados Unidos para acá es menos estricta para ellos si visitan México. Pero también me cuentan otras prendas que a nombre de supuestas organizaciones de caridad y humanitarias, la ropa pasa como mera ayuda a los menos agraciados y son los desgraciados, quienes se quedan con el dinero y constantemente, bajo esa bandera de buena gente, los contrabandistas introducen enormes cantidades de ropa usada.

-Hablas de los menos agraciados, pero sabes que con lo que me cuentas, veo que existen sentimientos encontrados con esta práctica y la venta de ropa. Lo digo porque millones de personas que viven en la pobreza, no se pueden comprar nueva, porque por muy barata que sea, en su equivalente al salario mínimo, sigue siendo cara.

-En efecto, la situación económica, no sólo en este país, sino en muchos del mundo, orilla a millones de personas a adquirir ropa de segunda mano y de dudosa procedencia.

-A eso voy, dicen por ahí, y qué contiene con eso, pero no sólo la calidad, resistencia y durabilidad de esta ropa es importante, ya que existe ropa de “reconocidos” proveedores y la que los mismos comerciantes saben que no es tan buena y segura.

-¡Ah! ya sé a qué te refieres. Sí, existe ropa que ha sido almacenada por meses o por años; esta ropa no llega limpia, para el vendedor es un costo extra, ya que tiene que eliminar mucha de la ropa comprada, la paca no la revisa al instante, además de que ya pasó por muchas manos. Otra cosa peligrosa son las enfermedades que se pueden contagiar a través de esta ropa, y no sólo de la piel, puede venir plagada de piojos, roña, gripa, incluyendo plagas como cucarachas, pulgas, alacranes, entre muchas alimañas. Y todavía, la gente se las prueba en el tianguis o se las pone a sus hijos pequeños.

-La industria del vestido es una de las más golpeadas en México, precisamente por la entrada de ropa de segunda mano.

-Eso crees, hay ropa nueva que es ilegal y nada original. Ejemplo, los jeans o pantalones de mezclilla, son los más pirateados; entran al país miles o millones de pantalones que se parecen a estos o a los otros, cuando pasan por las fronteras o llegan a los puertos; los hacen pasar como defectuosos y sin marca, por lo tanto el impuesto para entrar se reduce; mientras tanto, ya dentro del país existen los talleres que los repararán y los etiquetarán con nombres de marcas buenas o reconocidas. ¿crees que te cuestan la mitad, nomás porque los venden en el tianguis o en el puesto de algún cuate tuyo?

-Mientras no se elimine el tráfico de esta ropa, los textileros y fabricantes de ropa no se repondrán, pero también mientras no se arregle el país económicamente, el pobre seguirá comprando lo más barato.

-La verdad sí. Sólo tomen en cuenta lo que les platico, cuando, penosamente, se recurra a la compra de productos que van desde los cinco pesos.

Adecuen los fabricantes de ropa sus precios, eliminen intermediarios y exijan leyes de apoyo a una industria que es capaz de exportar.

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